
Quien iba a imaginar que el guitarrista de los exitosos, recalcitrantes y contestatarios Prisioneros de Chile tuvo tiempos que no tenía ni para comer y no necesariamente sucedió esto en las épocas de niño o al comienzo de su carrera. No, pues, en el libro narra sus peripecias sin medias tintas: cuando su mujer se va con Jorge González hasta sus graves problemas económicos siendo ya un músico reconocido internacionalmente.
El libro del sureño está dividido en 4 capítulos: “El nacimiento de una banda de rock” que se refiere al inicio de su carrera. A muchos de los músicos les pasa lo que Narea cuenta. Enfrentarse a dominar un instrumento musical no es nada fácil, todo lo contrario, puede ser estresante hasta el tuétano. La relación con González desde siempre fue tirante y la censura militar fue otra traba que tuvieron q driblar de forma continua. Al principio se llamaron Pseudillos y siempre soñaron ser tan famosos como Los Beatles.
El segundo capítulo es “Grandes traiciones” donde Narea cuenta que Claudia, su mujer en aquel entonces, comenzó amoríos con Gonzáles, vocalista de Los Prisioneros. Sea tal vez la parte más anecdótica y hasta cierto punto crucial y morbosa de la historia: cómo su mejor amigo le roba a la novia de la manera más descarada. Se agarraron a golpes, se insultaron, se odiaron, pero no dejaron de tocar juntos hasta que Narea renunció definitivamente.
Otro punto áspero son las drogas pues para González siempre fueron su debilidad no obstante la traición y la deslealtad pueril en temas del corazón fue todo un tema muy sórdido que destruyó a la banda de rock más exitosa de nuestro vecino país. No se imaginan amigos como Narea narra estás páginas llenas de odio y tristeza, de rencor, pero también es una forma de liberarse de un pasado espantoso, que de seguro no lo ha dejado dormir hasta hace poco, tenía que exorcizar a sus fantasmas. Y así lo hizo.
El tercer capítulo y cuarto se titulan: “El Regreso” y “La nueva vida”. En un momento, la crisis económica agobió a Narea de forma radical que tuvo que vender sus cosas personales para vivir y luego de varios intentos de reconciliarse con González y de revivir el glorioso pasado con Los Prisioneros limaron asperezas y nació un nuevo disco “Manzana” y con los multitudinarios conciertos en el Nacional de Santiago.
Finalmente, todo acabó luego de esos recitales apoteósicos y Narea se fue oficialmente del grupo a comenzar su nueva vida.
Mario Vallejo.
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