miércoles, 26 de agosto de 2009

¡Adiós Jacko!

El mundo llora al “rey del pop”, Michael Jackson, quien se fue de este mundo de un momento a otro. Ya, en la última década, este polémico personaje fue acusado de pederasta y esa condición ambigua sexualmente hablando o esa idea de ser blanco a toda costa, fueron los detonantes de una vida llena de escándalos y penurias. Al margen de estos episodios, fue uno de los artistas más influyentes y ampliamente conocidos de todos los tiempos y que revolucionó la música popular en los Estados Unidos a finales de los años 70 y en gran plenitud en los años 80. Fue Trilher, el disco que hace poco cumplió 25 años, que vendió más de100 millones de copias vendidas en todo el mundo, ocho premios Grammy y casi 60 discos de platino son algunas de las espectaculares cifras que alcanzó Jackson con este circular, un álbum que ha dejado para la posteridad éxitos como “Billy Jean” y “Beat it” y, sobre todo, un videoclip magistral de 14 minutos firmado por John Landis en la que Jacko pasa de licántropo a zombi sin perder el ritmo de su particular baile.



Antes, mucho antes, Jacko deslumbró al mundo con The Jacksons y The Jackson Five,
(sus hermanos) y luego se fue como solista con un álbum titulado “Off the wall”. No obstante, fue Thriller que cambió el concepto musical y visual, que fusionó la música disco con ritmos urbanos como el rap y el hip hop, acompañados con unas coreografías hasta entonces nunca vistas.

Recuerdo esas épocas que cuando nos pegamos a la tele solo para ver este alucinante clip y morirnos de miedo sin embargo la canción que más me gustó, que más causó revuelo y que más me hizo bailar en ese entonces fue “Billy jean” (que es un nombre femenino, común entre mujeres negras de EEUU), Michael canta que ella está embarazada, pero insiste: “el niño no es mío”. Uno de los elementos que hace tan potente y pegadiza esta canción es probablemente la entrada de batería tan característica y la secuencia de bajo junto con una ejecución de teclados.


La gente de barrio no paraba de hacer piruetas y de lanzarse al ruedo de forma histriónica, aunque siempre fuimos más roqueros, el pop de Jacko gustó y encantó, impresionó y vaciló en su momento. Luego viene “Bad” que bajó la intensidad y “Dangerous” en 1991, pero no fue lo mismo, ya la gente estaba en otra onda y la era dorada del baile y la música disco.
Pero el verdadero declive personal de Jackson comienza ya a finales de la década de los 90, con dos matrimonios fallidos a sus espaldas, su litigio con Sony y Tommy Motola por los derechos de explotación de parte del catálogo musical de los Beatles y su delicado estado de salud que le lleva a encerrarse en su rancho californiano "Nerverland", donde acentúa su complejo de Peter Pan viviendo en un micromundo rodeado de niños enfermos de cáncer con los que juega en su parque de atracciones privado.
Con 50 años, dejó este mundo pero no olvidares nunca ese glamorosos pasos de baile que nos hicieron muy felices en la adolescencia, descansa en paz, Jacko.
Mario Vallejo.

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